sábado, 19 de diciembre de 2009

J. Rhys M. ; mi gato


Ayer los hijos de puta de mis perros mataron a mi gatito.
Justo cuando salí de la uni llamé a mi madre para preguntarle si no prefería ir a comer al chino del pueblo en lugar de a casa pues había acabado mis clases hasta febrero.
Me cabreó que me dijese que no había encontrado el gato para guardarlo, por que como he dicho mis perros son unos hijos de su madre.
Cuando llegamos a casa cada una con su coche me puse a buscarlo y luego, más tarde se puso mi madre a buscarlo también.
Él, aun que no salía mucho por que aun era chiquitito, cuando lo hacía si le llamabamos respondía con un maullidito de los suyos y tras media hora llamandolo seguía sin contestar.
Es curioso el subconsciente, o como querramos llamarlo. Buscando a Risito fui a una parte del jardín bastante salvaje y fue allí cuando supe que ya no lo encontraría y me fui para dentro de casa a no sé que...
Cuando volví a salir, mi madre dijo que lo había encontrado. Le pregunté que donde estaba, no me lo quería decir, pero ya sabía donde estaba. Así que volví a la cocina a cojer una bolsa y me fui a esa parte del jardín, pero fui incapaz de meterlo dentro de la bolsa.
Ayer por la noche mientras intentaba distraerme de lo sucedido viendo una peli supuestamente de risa, me daba la impresión de que en cualquier momento saltaría a morderme las manos o a enmarañarse en mi pelo. Pero lo único que me quedan son las cicatrices en la piel de batallas anteriores.
Es lo único que me queda de su estancia en mi casa y desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos.

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